sábado, septiembre 27, 2008

Preguntas III

Segun ustedes...¿el Papa (y en general toda la cupula catolica) cree en Dios? es decir, en el Dios que predica?

sábado, septiembre 20, 2008

Preguntas II

Bueno, ya se que había dicho que cada viernes y ya es sábado, pero tengo problemas con mi conexión a Internet.

De hecho, esta vez no dejaré una, sino varias preguntas que me han hecho mucho ruido desde el día 16 de septiembre. Sé, que hasta cierto punto, son preguntas sin respuesta

¿Por qué en Morelia?

¿Por qué ese dia?

¿Por qué a gente inocente?

¿Es una advertencia para el gobierno? o ¿es un problema entre bandas ?

¿Por qué el gobierno es tan torpe que no ha resuelto nada?, ¿es verdaderamente falta de capacidad? o ¿es falta de voluntad? Si es falta de voluntad...¿por qué no hay esa voluntad?

Siempre he pensado que los ciudadanos tenemos una gran parte de responsabilidad y que en nosotros esta gran parte de la solución...pero, ¿en este caso será tambien asi?

viernes, septiembre 12, 2008

Preguntas

A partir de hoy, cada viernes plantearé una pregunta que para ser respondida, requerirá de imaginación, cuando menos...

La primera pregunta es:

¿como le explicarías a un ciego de nacimiento lo que es "ver"?

martes, septiembre 09, 2008

De un periodico cualquiera II

17 de Septiembre 2020


El origen de Orwell Inc.


Ciudad de México. La empresa de seguridad, de corte paramilitar Orwell Inc. Fue creada por militares norteamericanos retirados, veteranos algunos de la ocupación estadounidense en Irak durante la primera década del siglo 21. Surge tras el diseño de estrategias militares que se utilizaron para combatir la inseguridad en ese país durante dicha ocupación. Algunos años después del regreso de las tropas a suelo norteamericano, algunos mandos militares deciden formar la empresa para ofrecerla como un apoyo a los países con mayor índice de violencia y delincuencia organizada. Entre sus primeros clientes se encontraron El Salvador, Brasil, así como algunos países de la ex unión soviética. Cabe destacar que en estos casos, la presencia de la empresa norteamericana, se caracterizó por ser un apoyo para las instituciones de seguridad del país que la contrataba, y permanecía, de hecho, bajo las órdenes de las autoridades de dichos países. Sus actividades eran primordialmente de asesoramiento en investigación y diseño de estrategias para la localización y captura de criminales, y en algunos se ofrecía también personal.


Dado el éxito que rápidamente alcanzó, al paso de unos pocos años, la empresa fue capaz de ofrecer a sus clientes el encargarse por completo de la seguridad, México es, de hecho, el primer cliente en esta nueva faceta.

El presidente de la compañía, Jonathan Orwell, ha señalado que sus primeras actividades consistirán en la evaluación física y psicológica del personal de todas las instituciones de seguridad del país con el objetivo de determinar quienes podrían incorporarse como elementos a sus filas. Por su parte el gobierno mexicano aun no se ha pronunciado respecto a que pasará con aquellas personas que no aprueben dichas evaluaciones. El resto del personal serán elementos ya contratados por la empresa en los Estados Unidos.


Así mismo, Orwell ha señalado que por contrato, bajo ninguna circunstancia el ejército mexicano deberá participar en las actividades que se diseñen para contrarrestar a la delincuencia y el crimen organizado.

viernes, septiembre 05, 2008

Conocimiento e Información

Emilio Ribes, recibió recientemente un doctorado honoris causa por parte de la universidad veracruzana. Todos los alumnos de la escuela que el dirige, tuvimos acceso a su discurso de agradecimiento. En lo particular me gustó mucho y quiero compartir con ustedes el que considero es el fragmento mas importante y significativo, a ver que les parece...

Ante un mundo que se privatiza en todas sus esferas, incluyendo la reconversión del Estado en una entidad gerencial de los poderes fácticos, la universidad pública se yergue como uno de los obstáculos a eliminar. De manera encubierta, la universidad pública constituye un foco de resistencia a todo proceso de uniformación del pensamiento y de la vida social en un momento histórico en el que, paradójicamente, se pregona un mundo de libertades y posibilidades infinitas.

Los seres humanos padecemos desmemoria permanente y, quizá por ello, hemos inventado a la memoria como un protagonista ficticio de nuestra vida psicológica.

Los seres humanos, como resultado de nuestra naturaleza social, nos acostumbramos a todo: al sometimiento, al engaño, a la esclavitud, a la indigencia.

Tendemos a no advertir lo que nos ocurre y ocurre a nuestro alrededor, y a considerar que nuestro modo de vida especial es el único modo de vida posible y deseable. Las palabras se pervierten y nos hablan de y justifican un mundo que no corresponde al de los hechos cotidianos, duros, escuetos. No sorprende, entonces, que en pleno siglo XXI, cuando se repite machaconamente que vivimos en la era de la información y de la globalización, seamos más ignorantes y provincianos que nunca antes. La información y el conocimiento son manipulados, creados y dosificados por unos cuantos grandes monopolios a nivel global. El conocimiento, como saber, ha sido desplazado por estar informado y entretenido por dispositivos electrónicos digitales cada vez más refinados.

A pesar de la sobreproducción de alimentos, se siguen muriendo diariamente por desnutrición y por hambrunas miles de seres humanos. No obstante los avances en la biomedicina, los monopolios farmacéuticos y la privatización de los servicios de salud acrecientan cada día el número de muertes y disfunciones entre los desposeídos. El planeta Tierra es tenaz y paulatinamente destruido y degradado en nombre del progreso tecnológico y el crecimiento económico. En las autodesignadas democracias de Occidente, el 1984 de Orwell ha dejado de ser ficción, y se vuelve crónica periodística e instructivo de vida: somos identificados por números, claves y fotografías; nuestras huellas digitales -impresas y electrónicas- se convierten en pasaporte interno; en calles y edificios se nos vigila continuamente mediante cámaras; nuestro equipaje y efectos personales son armas potenciales; debemos descalzarnos, no por motivos religiosos, sino para probar que no somos terroristas; las calles se privatizan, los retenes se multiplican en las carreteras, y a las policías legalizadas que ostentan su armamento por las calles, se unen, en tiempos de paz, el ejército y diversidad de guardias de seguridad; se autoriza el espionaje telefónico y bancario; y, ante la simple sospecha de los administradores de la justicia, estamos obligados a probar que no somos culpables de haber cometido un supuesto delito, o de planear hacerlo.