No quedó un mal sabor de boca como hace cuatro años. Ni hace ocho. Ni hace doce. Hoy nuestra selección jugó con todo lo que tiene y simple y sencillamente no les alcanzó, porque los argentinos tuvieron una genialidad y solo asi podrían ganarnos. Hay que tener los pies bien puestos en la tierra y dejar de poner nuestros deseos y aspiraciones como exigencias. Ellos tienen mas oficio y se mueven en las mejores ligas y esa fue la diferencia; por lo tanto, a nuestra selección no podemos sino pedirle que jueguen con el corazón en una mano y los huevos en la otra, con la cabeza fria y el corazón caliente, como hoy lo hicieron. Jugaron, ahora si, como los grandes y pusieron en jaque a una de las mejores selecciones del mundo y un serio candidato a ganar la copa.

Y para muestra de la entrega, basta que recordemos los gestos de frustración y coraje de Mario Mendez, Omar Bravo y Rafa Márquez.

No se si ustedes sean de los que solo quieren triunfos sin tomar en cuenta que pasa en la cancha. Yo si estoy satisfecho.

Como diría Menotti, se fueron con el orgullo intacto.

Vaaaaaaaaaaaamos Méxicooooooo, con el corazóooooooon...!!!!