martes, junio 10, 2008

Los ojos de Greta

Entró a casa y acaricio a la gata -No falta mucho para que nazcan ¿verdad?- Le dijo tiernamente. Se dirigió a su habitación y comenzó a trabajar, o intentarlo al menos, en la computadora. Despues de un rato se dio por vencido y prefirió charlar por internet. De pronto la gorda Greta se acercó y se trepo a sus piernas y se acomodó mientras el seguía escribiendo cosas sin importancia, tratando de no pensar en lo sucedido unas horas antes, con ella, no la gata, sino la mujer en su vida.

Despues de unos minutos de disfrutar de la calidez, de unas piernas frias, la gorda Greta comenzó a morder tiernamente (como acostumbra) los brazos de su cariñoso amo, a lo que él normalmente responde con un par de caricias en el cuello, con lo que es suficiente la mayoría de las veces para calmar las ansias de cariño de la felina embarazada. Pero esta vez no fue así; pues comenzó a morder con mucha insistencia. Aunque los mordiqueos eran igual de sutiles, eran, sin embargo, inusualmente desesperados.

-¿Que pasa? le preguntaba, -¿porque me muerdes tanto?, todo va a salir bien-, le decia mientras la acariciaba, suponiendo o imaginando alguna especie de ansiedad por la cercania del nacimiento de sus cachorros. Asi que la acariciaba un rato y volvia a sus charlas virtuales (o virtuales charlas). Pero cada que era asi, ella insistía aun mas. Esto ocurrio unas cuatro o cinco ocasiones durante unos 20 minutos.

-¿Pues que tienes?- le dijo mientras la cargaba y la miraba al rostro, al tiempo que ella soltaba un sutil maullido. -Esta bien, ¿quieres atención?- Y decidió dedicarle por completo unos minutos. Como es habitual, empezó a acariciarle el cuello y ella comenzó a ronronear. Momentos despues, ella comenzó a lamer los dedos que la acariciaban. De pronto, los ojos de ambos se vieron mientras ella seguía mojando los dedos de el. Y comenzó a llorar. Al principio se resistió un poco, pero cada que esto ocurría, ella volvia a morderlo suavemente, produciendo que el volviera a acariciarla. Hasta que ya no pudo. Abrazó cariñosamente a Greta, y se perdió unos minutos.

Dejó de llorar, y ella de morderlo. Todo había terminado.

2 comentarios:

Tatiana Capacha dijo...

parece que poco a poco el temporalmente fuera de servicio comienza a funcionar......cuantos gatos tendra greta

Anónimo dijo...

Saludos...

Sin comentarios.

Un abrazo, cuidate.