Un dia, alrededor de 1920, un joven llamado S.V. Shereshevski entró al consultorio del ahora famoso neuropsicologo ruso Aleksandr Luria (1968). Fue con él para que examinara su memoria.
Examinar la memoria de una persona es, por lo común, una de las tareas mas fáciles que lleva a cabo un neuropsicologo. Pero en el caso de S, como lo llamaba Luria, era bastante mas dificil. Este autor leyó largas cadenas de palabras o números pero sólo consiguió que S las recitara con facilidad, como si leyera por encima del hombro de Luria. Incluso listas de 70 elementos no causaban ningún problema y S las podía repetir sin error como se le presentaban o, si Luria lo deseaba, en orden inverso. S tambien podía repetir lo que había aprendido el día anterior, una semana antes, un mes antes, un año antes e incluso, como se descubrió, 15 años antes o más-el hombre parecía nunca olvidar.
Luria intentó descubrir cómo era que S lograba estas extraordinarias proezas. Encontró que S utilizaba una combinación de sistemas mnemotécnicos, incluyendo el método de loci. Pero también experimentaba sinestesia, una síntesis de los diferentes sentidos. Un sonido, por ejemplo, podía producir una experiencia de luz, color, gusto, olor y tacto. Para S, un arcoiris no era simplemente una disposición de colores, era una multitud de sensaciones. Es evidente que estas experiencias contribuían a que cada situación fuera memorable.
Con toda seguridad, los estudiantes que escuchan sobre el talento de S lo envidian. Para él no era necesario pasar horas luchando por aprender formulas, fechas y acontecimientos historicos, trozos de poesía, la tabla periodica, o los principios del aprendizaje. Todo eso podía aprenderse con facilidad y recordarse años despues como si se estuviera leyendo de un libro invisible.
No obstante, la historia de S es bastante triste, no a causa de su extraordinario talento, sino en gran medida debido a él. Porque el talento de S lo absorbía tanto que interfería con su capacidad para hacer cosas comunes. En ocasiones se fascinaba tanto con las cualidades sensoriales de la voz de una persona que no podía atender a lo que ésta decía. Otras veces, S interrumpia una historia que le contaba Luria para decirle: "esto es demasiado. Cada palabra hace surgir imagenes; chocan unas con otras y el resultado es un caos. No puedo entender nada" (Luria, 1968, p. 65).
La cosa más insignificante despertaba toda una serie de experiencias, junto con todo tipo de sensaciones. La mayoría de las personas luchan por recordar, pero S no dejaba de hacerlo. Para él, el problema no era cómo recordar, sino cómo olvidar.
Examinar la memoria de una persona es, por lo común, una de las tareas mas fáciles que lleva a cabo un neuropsicologo. Pero en el caso de S, como lo llamaba Luria, era bastante mas dificil. Este autor leyó largas cadenas de palabras o números pero sólo consiguió que S las recitara con facilidad, como si leyera por encima del hombro de Luria. Incluso listas de 70 elementos no causaban ningún problema y S las podía repetir sin error como se le presentaban o, si Luria lo deseaba, en orden inverso. S tambien podía repetir lo que había aprendido el día anterior, una semana antes, un mes antes, un año antes e incluso, como se descubrió, 15 años antes o más-el hombre parecía nunca olvidar.
Luria intentó descubrir cómo era que S lograba estas extraordinarias proezas. Encontró que S utilizaba una combinación de sistemas mnemotécnicos, incluyendo el método de loci. Pero también experimentaba sinestesia, una síntesis de los diferentes sentidos. Un sonido, por ejemplo, podía producir una experiencia de luz, color, gusto, olor y tacto. Para S, un arcoiris no era simplemente una disposición de colores, era una multitud de sensaciones. Es evidente que estas experiencias contribuían a que cada situación fuera memorable.
Con toda seguridad, los estudiantes que escuchan sobre el talento de S lo envidian. Para él no era necesario pasar horas luchando por aprender formulas, fechas y acontecimientos historicos, trozos de poesía, la tabla periodica, o los principios del aprendizaje. Todo eso podía aprenderse con facilidad y recordarse años despues como si se estuviera leyendo de un libro invisible.
No obstante, la historia de S es bastante triste, no a causa de su extraordinario talento, sino en gran medida debido a él. Porque el talento de S lo absorbía tanto que interfería con su capacidad para hacer cosas comunes. En ocasiones se fascinaba tanto con las cualidades sensoriales de la voz de una persona que no podía atender a lo que ésta decía. Otras veces, S interrumpia una historia que le contaba Luria para decirle: "esto es demasiado. Cada palabra hace surgir imagenes; chocan unas con otras y el resultado es un caos. No puedo entender nada" (Luria, 1968, p. 65).
La cosa más insignificante despertaba toda una serie de experiencias, junto con todo tipo de sensaciones. La mayoría de las personas luchan por recordar, pero S no dejaba de hacerlo. Para él, el problema no era cómo recordar, sino cómo olvidar.
Tomado de: Aprendizaje y Conducta. Chance, P. 2001, p. 338
11 comentarios:
Como olvidar si no dejas de pensar... como dejar de sentir lo que una vez formo parte de ti, como seguir siendo tu cuando ya no encuentras razon, motivos... cuando todo aun te recuerda todo y todo a la vez ya es nada.
La sonrisa que alegra el día.
se dice por ahi que hay unos weyes que borran la memoria, se llaman erasemen tal vez debio buscar uno, aunque parece ser solo son un mito, aunque S quisiera olvidar no sabemos si el hecho de ir olvidando cosas tambien le despertara una serie de sensaciones cañonas, pobre cabron
O cambias el estilo, o me veo ciego la próxima vez que me lea algun post tuyo!:S
Sin ánimo de ofender y como crítica positiva,
Samy
El texto q buscabas es de borges... funes el memorioso?
Para Samy. Si quieres evitar quedarte ciego con este u otros estilos "difíciles" en firefox existe una extensión llamada Zap Colors que te soluciona es proplema
Hombre, como neuropsicólogo que soy, lo de que evaluar memoria sea una de las tareas que un neuropsicólogo pueda hacer... bueno, pues como que discrepo un poco :-)
No tenía ni idea de este caso, y mira que como buen neuro, adimiro al Dr Luria
*una de las tareas más fáciles :-) me despisté
Y digo yo, el notas aprovecharía para estudiar, no? vamos lo menos sacarse 10 o 12 carreras.
si te parece interesante, lee funes el memorioso de borges. Da a comprender los problemas una memoria infinita que evita generalizar con lo que supone.
Por favor pon la otra fuente de letra o más grande porque aquí te dejas la vista. Gracias.
Pobre señor S :(
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